Un nuevo informe afirma que el gobierno chino ahora está implementando inteligencia artificial de vanguardia para monitorear las mentes de docenas de funcionarios del partido comunista.
Investigadores en China afirmaron haber desarrollado un software que puede analizar de forma aguda las expresiones faciales y las ondas cerebrales para monitorear si los sujetos estaban atentos al “pensamiento y la educación política”.
El estricto estado policial de China se ha mejorado radicalmente durante la última década, utilizando big data, aprendizaje automático, tecnología de reconocimiento facial e inteligencia artificial para construir lo que muchos han calificado como la dictadura digital más compleja del mundo.
Según el Centro Nacional Integral de Ciencias de Hefei , el desarrollo de alta tecnología se utilizaría para “solidificar aún más su confianza y determinación de estar agradecidos con el partido, escuchar al partido y seguir al partido”.
En un breve clip, se vio a un sujeto mirando la pantalla en un quiosco, desplazándose a través de ejercicios que promueven la política del partido. Según los investigadores, la tecnología en el quiosco pudo notar las expresiones del investigador y señalar su reacción a determinados contenidos.
El instituto dijo que ha alentado a 43 miembros del partido en el equipo de investigación a tomar lecciones del partido mientras son monitoreados por el nuevo software.
“Por un lado, puede juzgar cómo los miembros del partido han aceptado el pensamiento y la educación política”, decía el artículo. “Por otro lado, brindará datos reales para el pensamiento y la educación política para que pueda ser mejorado y enriquecido”.
El presidente Xi, secretario del Partido Comunista y líder de la nación de 1.400 millones, ha exigido lealtad absoluta al partido y ha declarado previamente que “el pensamiento y la educación política” es parte esencial de la doctrina del gobierno.
La publicación respaldada por el estado chino Study Times informaba sobre el desarrollo de una inteligencia artificial similar en 2019, afirmando que los algoritmos podrían usarse para “medir la condición de pensamiento de los miembros del partido” y asegurarse de que el contenido pueda “entrar en la cabeza y el corazón del partido”.
El desarrollo es solo otro en la búsqueda incesante de Xi Jinping hacia una distopía tecnológica para la nación más grande del mundo.
En ciertas áreas de China, ahora es común tener un puntaje rastreado por un sistema de crédito social digital. Aquellos que se consideran poco confiables para el gobierno corren el riesgo de perder privilegios básicos como comprar un boleto de avión.
Un puntaje de crédito social bajo también lo excluirá de trabajos bien remunerados, le imposibilitará obtener un préstamo para una casa o un automóvil o incluso reservar una habitación de hotel. El gobierno ralentizará su conexión a Internet, prohibirá que sus hijos asistan a escuelas privadas e incluso publicará su perfil en una lista negra pública para que todos lo vean.
También hay informes de que los ciudadanos cuyo puntaje de crédito social cae demasiado bajo son arrestados preventivamente y enviados a campos de reeducación, no porque hayan cometido un delito sino porque es “probable que lo hagan”.
Con información de: The New York Post
Redacción Abogado Digital.