El aspecto más desafiante para la implementación del Internet de las Cosas es la privacidad y seguridad. Desde el momento en que estemos rodeados de objetos conectados a Internet, varios de los cuales pueden pasar desapercibidos, podemos ignorar cuando, como, donde y quien se encuentra recolectando qué tipo de información sobre nosotros sin nuestro consentimiento. Esta información puede ser sensible y no estar pensada para ser compartida con el resto del mundo, tales como: conversaciones, datos bancarios, resultados médicos, datos de geolocalización, etc.
Las cuestiones de privacidad y seguridad no solo pueden involucrar a los datos personales mencionados anteriormente, sino también a información estadística valiosa para el análisis de mercados que puede ser considerada inofensiva para el usuario promedio, sin embargo, se debe tener conocimiento que esa información está siendo recolectada y a qué entidad se está enviando. Es más, debe tener la capacidad de elegir si está de acuerdo o no con la recolección de dicha información. Los términos y condiciones deben estar claros y disponibles. Personas malintencionadas con el suficiente conocimiento o recursos pueden apoderarse de este tipo de información descubriendo y aprovechando vulnerabilidades en los sistemas informáticos. Los fines tras sus actos pueden ir desde el robo y el lucro, pasando por el espionaje, acoso y la extorsión, hasta usar esos datos para fines de venganza o algún daño contra la integridad misma de las víctimas.
El riesgo no se encuentra solo en la información. Como se mencionó anteriormente el Internet de las Cosas involucra automatización y control de varios procesos. Entidades como organizaciones terroristas pueden buscar apoderarse de esos sistemas y utilizarlos para fines para los cuales no fueron ideados. Usar la tecnología para cometer delitos no es algo nuevo. Si consideramos Internet actualmente, la cantidad y variedad de cibercrímenes no ha parado de evolucionar hasta hoy día. Cada semana surgen nuevos casos de datos robados, sistemas y personas afectados, perjuicios por miles de dólares, etc.
Los sistemas de seguridad deberán avanzar de la misma manera que lo hacen los nuevos sistemas inteligentes que llegarán a las cosas que nos rodean.
Doctor en Derecho, Presidente de la Asociación Latinoamericana de Gobierno, Derecho y Nuevas Tecnologías. Docente e investigador en Universidad de Guadalajara. Apasionado por las nuevas tendencias.