La influencer Fie Laursen, publicó que se iba a suicidar en Instagram, donde tiene más de 336,000 seguidores.
Su anuncio permaneció en línea durante dos días, antes de que su familia lograra borrar la nota. La familia confirmó en una publicación de Instagram que se estaba recuperando en el hospital.
La Ministra de Niños y Educación, Pernille Rosenkrantz-Theil, dijo que los influencers deben, como otros medios, tener una “responsabilidad editorial”.
‘Los mismos estándares’
La carta de Instagram de Fie Laursen, que atrajo a más de 30,000 me gusta y 8,000 comentarios, provocó un debate en Dinamarca sobre cómo monitorear el contenido en línea de personas influyentes.
La Ministra de Educación Infantil, dijo a la BBC que el gobierno quería que las personas influyentes tuvieran una “responsabilidad editorial” en línea con los estándares de la “prensa antigua”.
La Ministra dijo: “Cuando llegues a un cierto número de personas que son seguidores de tu página, tendrás la misma responsabilidad que si fueras editorial en un periódico o en medios antiguos”.
“Entonces, por ejemplo, los Estándares Éticos Daneses para la Prensa determinan que no se escribe sobre el suicidio o los intentos de suicidio, si no concierne al público en general. Queremos que estos mismos estándares se apliquen a las redes sociales”.
Si se descubre que un influencer infringe las reglas, se eliminará su publicación. Los influencers con un cierto número de seguidores también serán obligados a tener un número de administradores en sus cuentas de redes sociales.
La Sra. Rosenkrantz-Theil dijo: “En el caso con la mujer sobre la que estamos debatiendo, sus padres querían eliminar las publicaciones y no pudieron hacerlo porque nadie más, aparte de su hija, tenía acceso a estas cuentas. Queremos seas responsable y cuentes con un grupo de administradores a tu alrededor que pueda eliminar las publicaciones que son inapropiadas.”
La política describió un escenario en el que los influyentes tendrían que designar a tres personas para que tuvieran la contraseña de sus cuentas. “Estas personas pueden eliminar una publicación si creen que viola la ética de la prensa, a pesar de que fue el bloguero quien la publicó”, explicó la Ministra, y agregó que en algunos casos, los influyentes tienen un público más numeroso que los medios tradicionales.
Ella argumentó que, en el caso de Laursen, la familia de la mujer deseaba que se eliminara el puesto, pero no tenía ningún recurso para hacerlo, aparte de contactar a Instagram directamente, que no logró el resultado deseado.
A la Junta de Prensa propuesta se le otorgaría el derecho de criticar y, en última instancia, de censurar, la publicación que rompa cualquier posible guía ética. Con el fin de hacer más factible la idea -un tanto descabellada-, esta norma se limitaría a regular a aquellos influencers con más de 5,000 seguidores.
‘Necesitamos restricciones’
Sarah Louise Christiansen, una blogger popular en Dinamarca con más de 128,000 seguidores en Instagram, comentó a la BBC que los influencers deben ser vistos “de una manera nueva”.
Sarah dijo: “Todo lo relacionado con los influencers y bloggers es todavía bastante nuevo. Todavía no se acepta como un trabajo real y un negocio real y creo que debido a esto también hay una falta de atención en el área. Hay una falta de responsabilidad tanto para los Bloggers pero también para todos los seguidores”.
“He estado haciendo esto durante 10 años y no me gustaría tener restricciones para expresarme, pero quiero tener restricciones para poder proteger a las personas influyentes, porque algunos de ellos son muy, muy jóvenes y algunas veces publican cosas que son muy malas para los espectadores”.
Sarah Christiansen dice que no puede comparar los blogs con los periódicos, por lo que “tiene que crearse una configuración completamente nueva” y analizar las formas de proteger a los bloggers y seguidores.
Ella dijo que las regulaciones de los medios “no funcionan” para los influencers y que debe haber consecuencias por las acciones en línea.
“Esto exige una acción. Tal vez este sea el primer paso para darse cuenta de que se debe reconocer el comportamiento en línea”.
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Redacción Abogado Digital.
